Octubre. Luz cálida.
Tras un Septiembre lleno de muchos cambios externos e internos, siento muchas ganas de la llegada de un Otoño suave. Así lo dicen los astros. Quizás es la estación donde la explosión de colores tierra, ocre, rojizos, en la naturaleza se hacen más vivos a nuestra mirada y entorno. Y desde ellos, podemos conectar con su belleza y con esa luz cálida que queremos que de a poco, nos impregne de su belleza antes de irse. Antes de irnos a la cueva. Quizás es ahora, cuando la capacidad de mirar, se hace más necesaria, no la desaprovechemos, es belleza pura al alma. Otoño, ¡Envuélvenos enteras!
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